lunes, 7 de febrero de 2011

COLOMBIA,LO QUE PUDO HABER SIDO Y NO FUE



El próximo miércoles 9 de febrero, la selección española se enfrenta a Colombia en el Santiago Bernabéu en un partido amistoso. Uno tiene la tentación de menospreciar al rival, de decir que es un partido de puro trámite, con el único fin de contentar a la nutrida comunidad colombiana en territorio español.
Aquéllos que me leéis con asiduidad conocéis el rechazo que me provocan los análisis simplificados y las afirmaciones superficiales. Y esta ocasión se me presenta como una gran oportunidad de hablar del sueño de todo un pueblo, que se desvaneció como las nubes en las noches de verano.

Un sueño que se inició con Maturana en el banquillo y grandes futbolistas sobre el terreno de juego.

1. GÉNESIS

'Pacho' Maturana tenía una filosofía de fútbol muy clara: toque-toque-toque y velocidad.
En 1987, Colombia se presentó en la Copa América con un puñado de jóvenes futbolistas, sin experiencia en grandes citas.
Sin embargo, el equipo cafetero sorprendió a propios y extraños llevándose el bronce de la competición. Ese equipo formaría la base de la época dorada del conjunto colombiano.
El inicio de algo histórico, del orgullo nacional colombiano, de la pasión por el balompié.

En el último partido de la fase de grupos para abrazar una de las plazas sudamericanas para el Mundial de EEUU 94, la selección cafetera (inmersa en una orgía de fútbol y resultados) visitaba el estadio Monumental propiedad de River Plate, para enfrentarse a la selección local: la albiceleste de Ruggeri, Redondo, Simeone y Batistuta.
Aquella tarde, los argentinos recibieron una de las mayores lecciones de toda su historia.
Valderrama asumió el mando, Freddy Rincón cabalgó desbocado por su carril, el 'Tren' Valencia se agigantó y Asprilla dinamitó Buenos Aires con 2 goles antológicos.
El marcador se infló hasta quedarse en el 0-5. Mucho más que un resultado, la ilusión de todo un pueblo oprimido por la corrupción política y el narcotráfico galopantes.


2. LA DECEPCIÓN

Así se plantó la Tricolor (una de ellas) en la antesala del éxito, en las puertas de la Gloria. Tras los octavos de final en Italia90, dos años imbatido y un 0a5 en territorio hostil: euforia descontrolada.
Héroes nacionales en hogar yankee, ante una inmejorable oportunidad de poner a Colombia en el escaparate mundial.
El verano de 1994 prometía ser inolvidable. Sin embargo, lo que se antojaba una delicia onírica se convirtió en una pesadilla. Primer partido del Mundial y derrota frente a Serbia.
Pero lo peor estaba por llegar. Un EEUU-Colombia, el anfitrión contra un invitado insatisfecho, la esencia del Capitalismo frente a una economía insostenible.
En una jugada sin mayor trascendencia, un centro desde la izquierda del ataque estadounidense, fue desviado hacia su propia portería por Escobar para firmar su propia sentencia de muerte (literalmente).

Un jarro de agua fría, un violento despertar para romper las esperanzas cafeteras.


3. COLOMBIA HOY

El combinado que dirige Hernán Darío Gómez está muy lejos de despertar las ilusiones de antaño. A pesar de eso, existen algunos motivos para pensar que Colombia puede hacerse un hueco entre los equipos importantes a nivel continental.

La experiencia es la característica principal de la retaguardia, con veteranos de la talla de Yepes, Córdoba, Perea. Contundencia, velocidad y anticipación se imponen.

El centro del campo, la cocina, la sala de máquinas aún echa de menos el criterio de Valderrama.
Para la creación, Abel Aguilar se antoja imprescindible. El centrocampista del Hércules es el encargado de darle sentido al juego cafetero.

Arriba, Falcao exhibe calidad junto a Guarín en el Oporto y Rodallega busca en el Wigan cumplir las expectativas que en su día creó.

La presencia de Asprilla ( sobresaliente artillero especialista en el vuelo sostenido) en St. James Park en la taquicárdica remontada del Newcastle sobre el Arsenal, me invitó a conocer un poco más a los protagonistas de aquella gran Colombia, que no cumplió expectativas cuando todo el mundo posó sus ojos sobre ella.

Mi hermano insistió en que recopilara todos los cromos de Colombia en el álbum Panini de EEUU94, porque eran favoritos. Nunca lo entendí, ni siquiera sabía donde estaba el país, pero hoy me alegro de haber rellenado la página con los jugadores vestidos de amarillo.

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