martes, 27 de septiembre de 2011

UN DÍA MÁS EN LA OFICINA





No soy un amante de las estadísticas en el fútbol, sino de las sensaciones. No me interesan los números y sí lo que me transmiten los futbolistas. Por eso, voy a omitir cualquier dato relacionado con goles, partidos, asistencias o premios relacionados con un extraterrestre disfrazado de futbolista, L10NEL MESSI.

¡Culpable! Ése fue el veredicto del árbitro en un altercado que involucraba a un servidor y un futbolista rival en un partido de 3ª División hace 8 años. Mi equipo, Gramanet B, se enfrentaba a un necesitado Barcelona C que luchaba por salir de los puestos de descenso. El árbitro, como bien habréis intuido, decidió que en ese choque el único responsable había sido yo e, inmisericorde, me señaló el camino de la ducha con una tarjeta roja. El futbolista azulgrana, que ya arrastraba una amarilla de una falta anterior, quedó impune para mayor desasosiego.

Aquel incidente no parecía cambiar nada, ya que el luminoso marcaba el minuto 89 y el resultado era de 2-1 favorable a mi equipo. Pero entonces apareció él: un diminuto espécimen de melena escalonada y sed de gambeta. No paró el 10 azulgrana (15años tenía) de sortear piernas rivales en todo el partido. De dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro. Él ya había anotado su gol, pero quería más y, en ese interminable tiempo de descuento, se inventó dos jugadas que dieron la vuelta al marcador (2-3).

Uno pensaría que aquello fue una actuación puntual si Messi no se empeñara en demostrar lo contrario cada vez que pisa el césped. El argentino consigue transformar lo excelso en habitual, lo extraordinario en costumbre. Lo que sería una brillante exhibición para cualquiera, se convierte en algo corriente, Un día más en la oficina para Leo. Convertir la magia en rutina es la gran virtud de un Messi que huye del adorno en busca del camino más corto hacia la red rival. Aparece cuando su equipo más le necesita para, una vez superado el agobio, hacer que sus compañeros disfruten de su presencia.

Los puristas dirán que los entrenadores implantan los sistemas. Yo digo que los jugadores deciden cómo se juega. Guardiola, en su primera temporada, disponía del mejor delantero del momento: Eto’o. Sin embargo, Messi decidió que jugando por dentro era más dañino, circunstancia que empujó al camerunés a la banda. Eto’o y Henry para correr al espacio y Messi para recibir al pie y sembrar el caos en la zaga rival.
Luego vino Ibrahimovic, el más 9 entre los 9. Pero Messi insistió en navegar ahí, en la espalda del mediocentro defensivo rival. Así que el sueco abandonó, cabizbajo, el Camp Nou recitando lecciones de filosofía incompletas.

Por eso soy escéptico en cuanto al ‘Guardiola quiere jugar sin delantero centro’. Más bien sería ‘Messi quiere jugar sin un delantero centro a su lado’.


Leo, un goleador que no es killer, un asistente que no es pasador, un rematador que no es especialista, un ‘gambetero’ que no es un extremo puro… Un futbolista al que hay que verle en conjunto para apreciarle de verdad. El 10 no juega para sí mismo, sino para hacer mejores al resto. Un maestro de los intangibles (algo que no reflejan las estadísticas): arrastra al central para que Villa y Pedro encuentren el pasillo del gol, obliga al lateral a cerrarse para que Alves arrase su carril, limpia su zona para dar clarividencia a Xavi y a Don Andrés… Este año, además, ha encontrado a alguien con quien comparte ideas: Fábregas. Enemigos de la horizontalidad, no entienden el arte sin colmillos: la posesión sin profundidad no va con ellos. Sólo quieren el balón si es para dañar al rival.

Se presentó orgulloso el Atlético de Madrid en el Camp Nou el pasado sábado, comandado por un caníbal de apellido Falcao. Pero Barcelona es territorio de Messi y así lo demostró el argentino con slaloms de vértigo, presencia en las costuras del tejido creativo culé y ese cambio de ritmo infinito en diagonal para cruzar el balón ante Courtois, rendido al astro argentino. Todos acabamos asombrados, con la boca abierta tras el recital de Leo. Salvo el 10, que abandonó el césped botando el balón de su hattrick como si nada extraordinario hubiera pasado. Y es que, en realidad, al igual que aquella tarde de enero hace 8 años, simplemente fue Un día más en la oficina para Leo.


Tras finalizar el partido del sábado, escribí en twitter: '@albertoowono: Messi tiene el botón x2 x4 x8 que tienen los mandos de dvd para acelerar la imagen'

jueves, 15 de septiembre de 2011

EL EMPERADOR CAÍDO




Hace exactamente 10 años, en una de esas tarde-noches de agosto adolescentes, el tedio se estaba apoderando de mí lentamente. Sin embargo, algo llamó mi atención haciendo zapping, ese taciturno deambular por los canales de televisión. Un control exquisito de Seedorf en el centro del campo clavó mis ojos en la pantalla de aquel armatoste de la marca Panasonic.

Agosto de 2001 y el trofeo Bernabéu enfrentaba a Real Madrid e Inter de Milán. Aquel partido no pasará a la historia por su brillantez, pero sí por un hecho histórico: el descubrimiento de una bestia.

Con la segunda parte ya iniciada, se retiró del terreno de juego el sierraleonés Kallon e ingresaba un delantero mestizo, corpulento a pesar de su evidente juventud. Falta en la media luna del Real Madrid y el novel atacante coge la pelota sin que ninguna de las estrellas interistas se atreva a cuestionar tal osadía. Casillas coloca la barrera, pero no se imagina lo que le viene encima: un misil teledirigido a la escuadra.

El Emperador Adriano (siglo I d.C.) fue un amante de las artes. Limpió el Parlamento de holgazanes y, en su lugar, eligió a los más prestigiosos técnicos de la época. Además de ese empeño por mejorar la situación del Imperio Romano, Adriano era un ferviente seguidor del Estoicismo. Quienes abrazaban la filosofía promulgada por Zenón, tenían como motor principal de su vida la razón. Vivir acorde a la naturaleza y evitar que las pasiones y sentimientos guíen su comportamiento.

Soportar las embestidas del destino tal como vienen, sin margen para la queja ni la lamentación. Es decir, lo opuesto a nuestro verdadero protagonista de hoy: Adriano Leite Ribeiro.

El delantero brasileño se propuso perforar las redes de toda Italia a base de disparos con su Zurda Imperial, remates de cabeza poderosos y definiciones sutiles. En Parma y Florencia encontró la madurez necesaria para coger la responsabilidad atacante de un gigante venido a menos, el Inter de Milán.

La temporada 2003-04 fue la de la explosión definitiva de Adriano. Scudetto, Coppa y Copa América, donde se proclamó máximo artillero.
La vida sonreía al brasileño, que se marcó una Copa Confederaciones 2005 de escándalo. Título, Bota de Oro y ,sobretodo, aquel inolvidable 1 a 5 a Argentina en la final.

Un fusil de largo alcance, que exhibía zancada y potencia en cada movimiento. Un malabarista capaz de enmudecer Mestalla con una ‘marsellesa’ sobre David Navarro para enmarcar. El delantero total, seguramente el más completo que mis ojos han visto.

‘El fútbol son estados de ánimo’ recitó Valdano en una ocasión. Pues bien, la muerte de la figura paterna y el divorcio con su esposa ahogaron a Adriano en un lago de alcohol y vida nocturna. 2 temporadas ausente de las alineaciones neroazzurras. Se quedó el ariete sin apoyos en la capital lombarda, salvo Moratti, quien siempre estuvo al lado del futbolista.

Un pequeño resurgir de la mano de Mourinho, que acabó resultando ser flor de un día, vuelta a Brasil y último esfuerzo en la Roma, quizá buscando algo de la sensatez de su tocayo del siglo I. Nada de eso ocurrió y, ahora, Adriano es más noticia por su amistad con narcotraficantes que por sus actuaciones sobre el terreno de juego.

Para mí, Adriano Leite Ribeiro era el auténtico sucesor de Ronaldo. Su trágico desplome lo ha impedido. Nos contentamos con disfrutar de Hulk, otro brasileño extraterrestre, zurdo, potente y salvaje. Casi tanto como un día lo fue Adriano, el Emperador Caído.

martes, 6 de septiembre de 2011

LOS SENDEROS QUE LLEVAN AL GOLFO DE GUINEA (4)




Fútbol de selecciones el pasado fin de semana y mis ojos, irremediablemente, se dirigen hacia el hemisferio Sur, el Continente Negro. Un servidor, que se ha propuesto acercaros la pasión africana por el fútbol, disfruta trasladando las historias balompédicas de la Selva, la Sabana y el Desierto a quienes estén dispuestas a paladearlas, masticarlas y digerirlas.

La 5a(y penúltima) jornada de clasificación para la Copa África que se disputará en Enero de 2012 en Guinea Ecuatorial y Gabón, el Golfo de Guinea, ha seguido el guión habitual: lógicas victorias locales, potencias que reman a contracorriente y crónica de muertes anunciadas.
Siguiendo mi línea de simplificación de los hechos, dividiré mis sensaciones en distintos bloques.

1. LOS CLASIFICADOS

Además de las 2 selecciones anfitrionas, 4 combinados más han sellado ya su clasificación para la gran cita del Fútbol Africano.

En ese grupo k con 5 componentes, Botswana ha sorprendido a propios y extraños adjudicándose una plaza para la CAN con 3 jornadas de antelación. Las Zebras han pasado por encima de Togo y, sobretodo, de Túnez.

Los Elefantes de C.Marfil se han exhibido en la fase de clasificación. 5 victorias en 5 partidos, con Drogba (se estima que llegue recuperado a la fase final), Kalou y Gervinho en plan estelar.

La exclusión de Mauritania, deparó un grupo F de sólo 3 aspirantes. Entre ellos ha sobresalido Burkina Faso. Koné (Lyon) atrás, Kaboré (Marsella) en el centro del campo y los atacantes Bamogo y Sanou han armado el esqueleto de los Potros. Y sí, Alain Traoré, el zurdito burkinés como le gusta llamarle a Áxel Torres, que está dejando actuaciones memorables en la selección y en el Auxerre. Exquisito en el golpeo, Traoré sentenció en la victoria frente a Guinea Ecuatorial el pasado sábado en un encuentro amistoso.

Senegal, como ya he comentado en varias ocasiones, tiene un potencial ofensivo de primerísimo nivel: Demba Ba, Niang, N'Doye, Issiar Dia, Biram Diouf (propiedad ManUtd)... Además de esa dinamita ofensiva, Los Leones de Teranga han armado un centro del campo muy competitivo: Diamé (Wigan) N'Daw (ex-Zaragoza) Pape Diop (Racing Santander). A partir de esa solidez brilla Moussa Sow. El máximo artillero de la Ligue1 hizo doblete este fin de semana en la visita de RD Congo, poniendo así sobre la mesa su candidatura a balón de Oro africano 2011.


2. ÚLTIMA JORNADA DE INFARTO

La 6a jornada de clasificación se presenta taquicárdica. No sólo por los enfrentamientos que hay para alzarse con la primera plaza del grupo, sino en la búsqueda de uno de esos 2 billetes que dan acceso a la CAN12 como mejores segundos de grupo.

Nigeria (10p), que se ha tambaleado durante todo el torneo clasificatorio se encuentra en inmejorable posición: Una victoria por más de 1gol frente a la líder del grupo Guinea B.(13p), pondría a las Súper Águilas en el escaparate final.

194centímetros y 88kilos en carrera. Eso es lo que se encontró Cabo Verde en su visita a Mali. Diabaté (Girondins) arrasó el área caboverdiana en una exhibición de poderío físico. Con sus 2 goles, el delantero malí dio la victoria al equipo de Salif Keita. No pueden fallar en su visita a la derrotada Liberia, porque Zimbabwe y Cabo Verde están al acecho.

Lybia (11p), que ha disputado sus encuentros como local en terreno neutral por las turbulencias políticas, está frente a una oportunidad histórica. Visitará a Zambia (12p.) en un partido que dictará sentencia. Los zambianos son un habitual de las fases finales del Copa África y tienen en Singuluma (una de las estrellas del gran TP Mazembe) como principal fuente de peligro.

Ghana (mejor equipo africano y top10 mundial para un servidor) y Sudán encabezan el grupo I con 13 puntos cada uno. En la última jornada, las Estrellas Negras pisarán suelo sudanés. Un empate clasifica automáticamente a ambos, así que parece que una de las 2 plazas reservadas a los mejores segundos ya tiene dueño.

Camerún agoniza en su sendero hacia el Golfo de Guinea. Capaz de ganar sólo en ese doble enfrentamiento ante I.Mauricio, los Leones Indomables se agarran a las matemáticas y a la divinidad para consumar el milagro. Para acceder a la CAN que organizan sus vecinos, Camerún (8p.)debe ganar en casa de un rival histórico: RD Congo. Por si fuera poco, los hombres de Clemente necesitan, además, que Lybia pierda en Zambia (algo factible) y que Nigeria pierda como local en Abuja (estadio en el que he tenido el gusto de jugar) frente a Guinea B.

Sudáfrica se ha complicado la vida. La derrota ante Níger le coloca segundo en la clasificación a falta de un partido. Los Bafana Bafana necesitan ganar en casa a Sierra Leona y esperar que Níger (líder de grupo) no gane en Egipto.

3. LA CAÍDA DE LOS FARAONES

No exageramos si decimos que Egipto es uno de los equipos que mejor fútbol ha practicado durante la primera década del siglo XXI. Toque, apoyo, líneas de pase, triangulación y goles en jugada elaborada.
Moteab, Hosny, Zidan, Gedo, Amr Zaki y, por encima del resto, Abouttrika. Egipto, campeón de las 3 últimas ediciones de la Copa África queda fuera de la CAN12.
Aquel partido de desempate frente a Argelia por una plaza en Sudáfrica 2010 con derrota egipcia, significó el fin de un ciclo maravilloso. Un golpe con daños irreparables para el buen fútbol.
Desde aquí quiero agradecer a esa excepcional generación de futbolistas, la mayoría de ellos anónimos para el gran público.
Quizá por eso, por la 'intimidad' de su exquisitez, recordaremos a la Egipto de Shehata como algo platónico, un refugio para los románticos.

'ME HE ENFRENTADO A GRANDES ENEMIGOS EN EL SENDERO POR EL QUE HA TRANSITADO MI VIDA, PERO NINGUNO TAN FEROZ COMO EL MIEDO AL CAMBIO. UNA VEZ SUPERADO ESE TEMOR, ME DI CUENTA DE QUE NI AQUELLAS MONTAÑAS ERAN TAN ALTAS NI AQUELLOS VALLES TAN PROFUNDOS'

jueves, 1 de septiembre de 2011

LA BALANZA DEL TALENTO




El pasado fin de semana pasó un ciclón por White Hart Lane. Una avalancha rojinegra de fútbol que arrasó con todo lo que encontró a su paso.
Manchester City (que lucía nueva equipación suplente) lleva varias temporadas monopolizando el mercado de fichajes en Europa. A pesar de los millones de libras invertidos, Mancini no había sido capaz de formar una estructura futbolística sólida.
Un equipo Skyblue que funcionaba por impulsos, a base de golpes de talento esporádico, chispazos de genialidad y conversación con las musas de la inspiración balompédica. Temeroso ante la presión del rival, el preparador italiano tendía a dar un paso atrás y ceder terreno en busca de algún contraataque salvador… Sin embargo, el transalpino parece haber dado en la tecla mágica: el fútbol de asociación en ¾ de campo, los aledaños del área, la cocina del Gol.

Agüero, Silva y Nasri: ése es el trío de futbolistas que flotan por detrás de Dzeko (Balotelli y Tévez en el banquillo). Todos ellos tienen ese instinto natural de levantar la cabeza y buscar algún compañero con el que asociarse, en búsqueda de la fluidez ofensiva. El control orientado que te abre la puerta de la jugada y el cambio de ritmo con el balón cosido al pie, alardeando de potencia en el tren inferior.

Pues bien, en el Tottenham-ManCity de la pasada jornada todo esto se vio reflejado en el terreno de juego. Laterales ofensivos (Clichy y Zabaleta/Richards), un centrocampista de toque y apoyo (Barry), los 3 mediapuntas ya mencionados y un delantero en estado de gracia (Dzeko) que abrió su abanico de movimientos en diagonal para castigar a un desbordado Kaboul.

Todo ese arsenal ofensivo necesita un ancla para no naufragar en mar abierto, una balanza que distribuya los pesos y dé equilibrio a tanto talento.
Yayá Touré pasó el verano pasado a ser el futbolista mejor pagado del planeta. No es casualidad, ya que nadie es capaz de hacer tantas cosas bien en un terreno de juego como el pequeño de los Touré: iniciar la jugada, participar en la posesión y en las transiciones rápidas, desbordar a un rival, imponerse en el juego aéreo, pisar el área con frecuencia, golpear desde lejos…

La llegada del Kun y Nasri este verano ha retrasado la ubicación del marfileño unos metros. Para hacer daño, es básico recuperar la posesión del balón en campo rival, y ahí Yaya se muestra implacable. Se acomoda siempre en el perfil ofensivo del equipo para dar apoyo en una transición hacia la otra banda o para, en caso de pérdida, atacar el tejido creativo rival. De ese modo, el equipo contrario difícilmente enlazará esos anhelados 3 pases de seguridad seguidos después de robar: los que dan forma a la figura táctica en el ataque y permiten coger aire.

Desde la sorpresa es más dañino el africano, en esa importancia del ‘llegar’ por encima del ‘estar’. Sus apariciones desde segunda línea crean superioridad en los ataques del ManCity y desequilibra el sistema defensivo rival.
Ése es el nuevo papel del Elefante (así llaman a los internacionales de Costa de Marfil) en un Manchester City que, ahora sí, parece ir en serio.