lunes, 9 de septiembre de 2013

ÁFRICA RUGE









En noviembre de 2011, después de varios años sin acudir a la selección del país de nacimiento de mi padre, recibí una llamada de la Federación de Guinea Ecuatorial. Me reclamaban para una eliminatoria frente a Madagascar. Para ser sincero, dije que sí sin saber muy bien a qué competición correspondía aquella eliminatoria, pero preparé la maleta y fui. Era la fase preliminar hacia el Mundial 2014. Ganamos la eliminatoria y accedimos a la fase de grupos.

Resulta que África tiene 5 plazas para el Mundial de 2014 que se disputará en Brasil. Para dirimir qué países representarán al Continente Negro en una cita de tal envergadura, había que encuadrar a 40 selecciones en 10 grupos. Los primeros de grupo, han accedido a la ronda final: una eliminatoria a doble partido que otorgará a las 5 mejores selecciones el billete a Brasil.
Pues bien: después de los partidos de este fin de semana, ya conocemos a las 10 selecciones que se lo van a jugar todo a una carta.

Ayer leí una pintada en un muro que decía: 'Dedica más tiempo a cosas que te hagan realmente feliz'. Y eso es precisamente lo que voy a hacer. Explicar el recorrido de dichas selecciones hasta el cruce final. Historias africanas que relatan mucho sobre la vida y algo sobre fútbol.

Dos grandes exponentes del fútbol africano consiguieron la clasificación con holgura.

Egipto, dominadora absoluta del fútbol africano entre 2006 y 2010 (triple corona africana), ha vuelto a reverdecer viejos laureles. Los Faraones se han paseado por su grupo. Bradley cogió a un equipo en descomposición y lo ha resucitado. Ha recuperado al mejor Aboutrikka y le ha conectado con la estrella emergente: M. Salah (Basilea). Egipto vive épocas convulsas: revueltas políticas, las 74 muertes en Port Said, el parón de la liga local... La selección vuelve a ser foco de atención por sus éxitos, una de las pocas alegrías de una población castigada por la violencia.

La mayor decepción contemporánea en el fútbol africano es que la mayor generación de super estrellas no se haya alzado con el título continental. Nunca tiene problemas en las fases de grupos y ésta no ha sido una excepción. Costa de Marfil ha disputado finales de Copa África recientes, pero jamás se ha alzado con el trofeo. Los veteranos  Yaya y Kolo Touré, Zokora. Los discutidos Kalou y Gervinho. Los que piden paso como Lacina Traoré y W.Bony. Y, sobre todo, Drogba. Están ante una gran oportunidad: olvidar las últimas decepciones y acceder a una fase final de Mundial para demostrar que quieren hacer historia.


Otras selecciones han tenido que esperar a la última jornada para finiquitar su acceso a la ronda final. Partidos como local y la seguridad de dar la talla. Es el caso de las Súper Águilas nigerianas. 2 a 0 frente a Malawi con goles de dos superclase: Emenike y Moses. La actual campeona de África ha encontrado el camino del éxito.

Ghana recibió a Zambia de manera hostil. Obligó a los Chipolopolos a entrenarse a oscuras en un parking el día antes de partido, les apedrearon el autobús e hicieron gala de unas malas artes impropias de un gigante del fútbol continental. En el estadio Kumassi no cabía un alfiler. Volvían Gyan, Essien y Ayew a la alineación ghanesa y eso, amigos, es garantía de éxito. Victoria y pase.

Camerún, zarandeada por la polémica en las últimas fechas, dio por fin una alegría a sus aficionados. Recibía a Lybia en Yaundé y no fallaron. Servicio de córner magistral y Chedjou cabeceó a la red y dio el pase a los Leones Indomables.

Otros Leones, los de Teranga, también estarán en la ronda final. Senegal tiene un ataque poderosísimo (Sow, N'doye, Cissé, Ba,...), pero le falta claridad en la zona de 3/4. Por ello, Sadio Mané, talentoso atacante del Salzburg, se ha convertido en estrella para los senegaleses. Su calidad individual ha encandilado a todos y por ella pasa gran parte de las esperanzas senegalesas. Su gol in extremis a Uganda certificó el pase.

La floja actuación de Mali en su grupo la ha aprovechado Argelia para dar un paso al frente. Los Zorros del Desierto, que han dominado el grupo de principio a fin, acompañarán a Egipto como únicos representantes norteafricanos en la última fase.

También ha habido grandes sorpresas, vuelcos inesperados del destino. Selecciones que llegaban a la última jornada con pie y medio fuera, pero, lejos de bajar los brazos, lo han peleado hasta el final y han obtenido recompensa. El caso de Cabo Verde es digno de estudio. Los Tiburones Azules perdieron los 3 primeros partidos de la fase de grupos. Sin embargo, la alineación indebida de Emilio Nsue les dio los 3 puntos frente a Guinea Ecuatorial en los despachos. A partir de ahí, todo alegrías para una selección en clara línea ascendente. Se plantaron en casa de Túnez con la difícil empresa de llevarse los 3 puntos. ¡Vaya si lo hicieron! Bajo la batuta de Platini pintaron un 0a2 en el luminoso demoledor para los tunecinos.

Burkina Faso hizo el más difícil todavía. La actual subcampeona de África se presentó a la última fecha esperando una carambola. Debía ganar a Gabón y esperar un empate entre Níger y Congo. Estos dos se hicieron el hara-kiri en Niamey (2a2) aupando a Los Potros, que ganaron por la mínima.

Pasarán los años y muchos no serán conscientes de lo JEFAZO que es Saladin Said. El omnipresente delantero etíope que nos encandiló en la pasada copa de África, guió a su equipo hacia el objetivo. Le remontaron a República Centroafricana en su propia casa (1a2) e hicieron inútil la victoria de Sudáfrica. El gol del empate lo hizo Said, ejerciendo de funambulista en el área pequeña con un control exquisito que acabó con remate a la red. Estos chicos tienen mucho fútbol que demostrar.

Hemos llegado al momento decisivo. El 16 de septiembre se sortean las eliminatorias definitivas. Unos cruces espectaculares. En África el fútbol es religión. Cuando hay partido de selección, el país entero se paraliza. Se olvidan los conflictos territoriales, las ocupaciones occidentales, los problemas sociales durante dos horas. El fútbol une: ésa es la grandeza del fútbol africano.

DEDICA MÁS TIEMPO A LAS COSAS QUE TE HAGAN REALMENTE FELIZ