domingo, 30 de enero de 2011

LA CONEXIÓN AFRICANA


Repasando el año 2010 para el fútbol africano en el Programa 'Planeta Axel' de GolTv hace unos días, surgieron muchos aspectos por los que sentirse esperanzados.
El TP Mazembe y su final del Mundialito de Clubs, la organización del Mundial en Sudáfrica o el gran papel de Ghana en la mencionada cita.

Sin embargo, existe una carencia que se mantiene con el paso de los años. Esa circunstancia tiene que ver con la leyenda del músculo africano. De un manantial de fibra hipertrofiada y de la incapacidad del continente negro de fabricar futbolistas talentosos, creadores de juego, potenciadores de las cualidades de quienes les rodean.

Agustin 'Jay Jay' Okocha se enfrentó a un gran reto: ser el director de una gran orquesta de percusión (Amokachi, Amunike) , bajo (Oliseh, West, Babayaro) y violines ( Finidi, Babangida, Kanu). Materia prima de calidad, pero sin orfebre que le diera estética y valor a las piezas. El '10' nigeriano consiguió darle sentido a todo. Y, desde entonces, el continente negro sigue buscando enlaces, directores de orquesta que filtren jugadas para construir melodías armónicas, talentos que consigan conectar con sus compañeros, La Conexión Africana.

El fútbol africano siempre ha presumido de delanteros potentes, desde Weah hasta Eto'o, pasando por Drogba y Gyan. Ese poderío atacante ha estado, generalmente, huérfano de un conductor, un canalizador capaz de dosificar tanta fibra y músculo.


1. EL FARAÓN ROMÁNTICO

La derrota de Egipto contra Argelia para decidir la última plaza africana para el Mundial 2010, fue un mazazo para los amantes del buen fútbol. En un taquicárdico partido de desempate en territorio neutral, Argelia abrazó la victoria 'in extremis'.

Egipto, una de las selecciones que mejor tratan el balón a nivel mundial, quedaba fuera del primer Mundial en tierras africanas. El gran público se quedaba sin saborear el instinto de Amr Zaki, el veneno de Mohamed Zidan y, sobretodo, la magia de Mohammed Aboutrikka (1978).
El 22 egipcio es el auténtico ídolo nacional. El futbolista del Al-Alhy ha rechazado ofertas europeas para forjar una leyenda en el país de las pirámides.
Bajo la batuta de Aboutrikka, Egipto cosechó consecutivamente dos Copas de África de Naciones (2006 y 2008), años en que el Faraón Romántico (por esa fidelidad a su país) recibió el balón de Oro africano.
Una pierna derecha de terciopelo, que dirige con maestría el estilo asociativo y académico de Egipto. Precisión quirúrgica en la combinación y el fútbol de alta escuela de los Faraones.


2. EL TULIPÁN SUDAFRICANO

Steven Pienaar cumplió un sueño el pasado verano de 2010: liderar a los Bafana-Bafana (sel. Sudafricana de fútbol) en una fase final del Mundial que su país organizaba. El nuevo fichaje del Tottenham fantaseaba con emular a su tocayo, François Pienaar, el capitán de la selección sudafricana de Rugby que fulminó la segregación racial y superó a Nueva Zelanda en aquella épica final de 1995, presidida por Mandela.

La selección de fútbol quiso apelar el espíritu de aquellos 'Springboks' (sel. Sudafricana de rugby), pero los 'elegidos' del balompié que debían defender el orgullo nacional sudafricano, no dieron el salto de calidad que le exigía el emplazamiento, más que la lógica.

Steven Pienaar (1982) encara una difícil misión en cada partido (ya sea en Premier League o en partidos Internacionales): poner orden entre el caos, regular el ritmo del partido, marcar los tiempos y administrar el caudal ofensivo de su equipo.
Todos esos aspectos los maneja a la perfección Pienaar, reclutado en la Escuela de la Excelencia Ajax Cape Town siendo un niño y pulido en el propio Ajax de Amsterdam en su adolescencia, donde interiorizó los conceptos de la escuela holandesa junto a Sneijder y Van der Vaart.

7.500 kilómetros separan Johanesburgo de El Cairo. Distancia sideral y esencia tan cercana. Toque, asociación, conexión africana. Mohammed y Steven ordenan, proponen, mejoran y organizan.
Frenan cuando todos corren y aceleran el ritmo en partidos planos.
Los límites de este espacio me impiden hablar de Boussufa (fino estilista marroquí del Anderlecht), otro exponente de esta especie.

'SIENTO HABER DEFRAUDADO A AQUELLOS QUE PRONOSTICARON UN FRACASO DE SUDÁFRICA EN LA ORGANIZACIÓN DEL MUNDIAL 2010' Desmond Tutu, arzobispo de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario