martes, 17 de mayo de 2011

UNA CITA CON LA HISTORIA





En la parte noroeste de Sabadell, elevándose sobre todos los edificios de la ciudad, se erige un mastodonte imponente. La Nova Creu Alta, terreno de grandes batallas balompédicas antaño, suspira por dejar atrás el sufrimiento y volver al sitio que le corresponde en el panorama futbolístico nacional.
Un servidor, que sólo ha conocido al CE Sabadell en ese taciturno deambular por el purgartorio de la 2aB (incluso algún coqueteo con la 3a División), se convierte en un transmisor de ideas sesgado, con demasiadas implicaciones con el conjunto arlequinado.

Allí (junto con el Can Rull) di mis primeras patadas al cuero, jugué en el primer equipo, me deshice de Rafa Márquez para anotar el único gol del equipo en el partido del Centenari frente al Barça de Rijkaard, forjé grandes amistades, digerí malos momentos, lloré, me crucé con gente indeseable, reí y, actualmente, tengo a sangre de mi sangre manejando el centro del campo del equipo que dirige Carreras.

Más de 6000 días fuera de la élite son insoportables para un club con la historia del Sabadell. Las decepciones del aficionado 'saballut', fiel y exigente a partes iguales, le habían instalado en el pesimismo, en el 'nunca volveremos', en el 'siempre pasa algo'.
Hace 2 años, el equipo entonces dirigido por Ramón Moya, estuvo cerca de alcanzar la eliminatoria definitiva. Joel remató, el balón cruzó la línea, Otermin sacó el balón de dentro de la portería, el árbitro miró hacia otro lado y las esperanzas arlequinadas quedaron hechas trizas sobre el césped del Stadium Gal de Irún.

1. LA MANO DE CARRERAS

Aterrizó Lluís Carreras el pasado verano en la Nova Creu Alta con el reto de reactivar el hambre de fútbol en la ciudad catalana. Para ello, se sustentó sobre pilares 3 fundamentales: 1. El buen gusto en el trato del balón, 2. Dar prioridad al rendimiento colectivo sobre el individual y 3. Un centro del campo sin parangón en la categoría.
Un 4-3-3 de manual. 'San De Navas' custodia los 3 palos. Un fútbol elaborado desde atrás con Agustín, Mikel y Lao, que se cocina en el centro del campo con único objetivo: hacer llegar el balón a la banda en ventaja para el extremo (Raúl, Eneko, Cuenca o Marc) y ahí desequilibrar. De dentro a fuera y de fuera a dentro como diría Lillo.
En esa filosofía de campo amplio toman protagonismo los laterales (Alex/Bermudo y Xapi) que se incorporan pegados a la línea de cal para romper estructuras defensivas rígidas. Hiroshi y Joaquín son los encargados de materializar en gol las intenciones del equipo vallesano. Fito y Robles, especialistas en incorporarse al área desde atrás, se aprovechan de esos centros laterales.

En la zona ancha Puigdollers i Manga se asocian naturalmente, fruto de su genética azulgrana. Juvenal, en esa interminable relación amor-odio con la grada desde que llegó hace 3 temporadas, siempre acaba arrancando la ovación de la parroquia local. El capitán de la selección guineana domina todos los registros de la posesión: en corto para dar pausa, pases diagonales que rompen líneas de presión, desplazamiento en largo ambidiestro y precisión quirúrgica en el golpeo de la estrategia. Cuando el 10 funciona, el fútbol fluye.


2. UN INVITADO INESPERADO

Murcia, Lugo o Mirandés. Estos 3 equipos han resonado sin cesar en el seno del Sabadell desde hace casi un mes. Sin embargo, Gascón convirtió en gol un penalty postrero en el último suspiro de la temporada regular. Simultáneamente, el Mirandés empataba en casa, circunstancia que ha metido a la SD Eibar en la lucha directa por una plaza en la Liga Adelante.
Un clásico de la 2a División, con casi 2 décadas consecutivas en la categoría de plata.

Mandiola, técnico Eibarrés, mantiene la esencia del fútbol del norte: seguridad defensiva, peligro en la estrategia y centímetros en el centro del campo.
No es la SD Eibar un equipo que elabore demasiado las jugadas. En el centro del campo destaca Albístegi, un espigado futbolista, académico en la salida de balón y potente en el juego aéreo. Lombaña y Gañán (veteranísimo ex del Alavés y Salamanca) ponen el cemento en la zona ancha, el equilibrio en la medular.
A partir de 3/4 de campo empieza el peligro. Altuna es uno de esos centrocampistas ofensivos al que se le espera y acaba llegando. Poderoso desde segunda línea, va a protagonizar con Juanjo (stopper del Sabadell) el duelo individual de la eliminatoria sin duda.
En las alas armeras brilla la calidad por encima del desborde. Juan (diestro) y Lanzarote (zurdo, ex- Sant Andreu y Lleida) poseen un toque de balón privilegiado. Venenoso en la estrategia, el Eibar suele usarles a pierna cambiada para buscar esa parábola hacia dentro, con dirección a la portería.
Arriba, Lago Junior (ex-Numancia) y Gascón se alternan. El primero, móvil y de gran zancada, busca la verticalidad, el camino más corto hacia la meta. Gascón es un 9 puro, un rematador con buen juego de espaldas.


Alea Jacta Est, como se suele decir. Una oportunidad histórica de volver al lugar que merece el equipo y la ciudad.
El reto es de órdago y el rival, de altura. Por eso, el equipo arlequinado debe mantener su esencia, la rutina de trabajo que le ha llevado hasta aquí.
Me gustaría concienciar a la gente de que se va a sufrir de lo lindo. Que no esperen un recital de fútbol, porque en eliminatorias de ascenso a 2a A JAMÁS se dan. Que animen al equipo, que ayuden a De Navas a estirarse un centímetro más para sacar un balón, que empujen medio metro a Toni Lao en un cruce peligroso, que se dejen iluminar por la calidad de Isaac Cuenca, que eleven a Hiroshi en ese medio palmo que le pueda faltar para rematar un balón aéreo. Todos ellos, aspectos esenciales para afrontar con garantías el partido de vuelta en Ipurúa.
En definitiva que sumen, porque este equipo lo merece.

2 comentarios:

  1. Como bien afirman los seguidores Eibarrese, Gañán es lateral derecho y no centrocampista! Siempre es de utilidad practicar el feed-back

    ResponderEliminar
  2. Chapeau, Alberto. No pot haver-hi millor anàlisis.

    ResponderEliminar