jueves, 15 de julio de 2010
¿ Y AHORA QUÉ ?
Cuando uno llega a África, empieza a recibir estímulos por todas partes como una avalancha de nieve virgen sobre un esquiador indefenso. Sabores, colores, olores, sensaciones contradictorias que paradójicamente pasean de la mano: el agotamiento por el calor con el ímpetu de moverte, la calma de los nativos con el estrés interior del que sabe que allí hay mucho por hacer.
Desde que el momento en que pisas suelo africano, la vida empieza a aleccionarte y dejarte en el más completo ridículo. Niños con balones de trapo, mujeres caminando kilómetros con barreños en la cabeza, casas de madera, coches expulsando un humo indescriptible, ríos que hacen funciones de bañera. A pesar de ese panorama desolador, otra gran contradicción te agita la conciencia, te remueve las tripas y te hace sentir miserable : la alegría que desprenden los africanos con tan poco.
Durante 30días, el planeta Tierra ha tenido un nuevo epicentro: África.
Muchos eran los detractores que intentaron deprestigiar al continente negro desde la valentía que ofrece la ignorancia. Ayer leí un artículo de Toni Padilla que me refrescó la memoria y me impulsó a crear esta entrada en el Blog.
Desde días antes del inicio del Mundial, se intentó encender la alarma de la inseguridad,se recordó hasta la saciedad el incidente de la selección togolesa rumbo a Angola, se proclamó la incompetencia del aparato policial sudafricano, se anunció a bombo y platillo el robo de un portátil y la cartera de un periodista de Radio Marca y se puso en entredicho la capacidad de los africanos para organizar un evento de tales magnitudes.
A pesar de las trabas, África ha respondido. Estadios de primer nivel, buena organización y eficientes comunicaciones ( teniendo en cuenta la brutal extensión de Sudáfrica ). Cuando el hombre occidental se olvida de saquear sistemáticamente al pueblo africano y se limita a aportar cosas positivas, aquéllos responden satisfactoriamente.
Una vez terminado el torneo, existe un temor que me acecha, me rodea, aparece intermitentemente entre mis quehaceres diarios y me exige a golpe de amenazas que hable de él. Este endiablado ser me susurra que probablemente los cientos de millones que han bailado danzas tradicionales en su salón viendo las ceremonias de apertura/clausura, que habían planeado un safari, habían rastreado en google curiosidades sobre África y se habían interesado en saber si tenían algún antepasado africano, se den la vuelta y sigan con su vida.
Que una vez los focos se han apagado, borren su historial del internet explorer, que los aficionados guarden las vuvuzelas en cualquier rincón, que el brillo en los ojos de los niños desaparezca, que vuelvan a olvidarse de África, otra vez.
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Lo hablaba en casa con mi madre el día de la final, ¿ahora que? preguntaba yo.¿que hacemos con mis "primos"? ¿Ahora que España ganó ya no es insegura Sudáfrica ?Cuanto más cerca estábamos de la final menos molestaban las vuvuzelas, es más, se venden en España.Aquí nosotros, frente un ordenador, cerveza en mano contra el calor del verano y escuchando la radio dejamos atrás a los AFRICANOS.Muy bien amigos, solo alguien que haya pisado África sabe lo que les ha costado montar ese mundial a cambio de comida durante 30 días, ahora toca a GUINEA ECUATORIAL Y GABON EN 2012.
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